Otras canciones del disco
Te convido a creerme
cuando digo futuro.
Si no crees mi palabra,
cree la angustia de un grito,
cree en la tierra,
cree en la lluvia,
cree en la savia.
Te convido a creerme
cuando digo futuro.
Si no crees en mis ojos,
cree el brillo de un gesto,
cree en mi cuerpo,
cree en mis manos
que se acaban.
Hay veinte mil nuevas semillas
en el valle desde ayer.
Hay restos de desesperados,
hay el hombre y la mujer.
Los hierros se fundieron ya.
Hay la paciencia y queda más.
Hay un país de roca en ruinas
bajo otro país de pan.
Hay una madre que camina
codo a codo con su clan.
Los hierros se fundieron ya.
Hay la paciencia y queda más.
Hay cuatro niños ahora mismo
sonriendo en una playa;
y en la trastienda de una bala,
un militar que no ha dormido.
Y aquella misma muchachita
vuelve a recortar su saya
―es importante desde un niño
hasta el largo de un vestido.
Los hierros se fundieron ya.
Hay la paciencia y queda más.
Yo te convido a creerme
cuando digo futuro.
cuando digo futuro.
Si no crees mi palabra,
cree la angustia de un grito,
cree en la tierra,
cree en la lluvia,
cree en la savia.
Te convido a creerme
cuando digo futuro.
Si no crees en mis ojos,
cree el brillo de un gesto,
cree en mi cuerpo,
cree en mis manos
que se acaban.
Hay veinte mil nuevas semillas
en el valle desde ayer.
Hay restos de desesperados,
hay el hombre y la mujer.
Los hierros se fundieron ya.
Hay la paciencia y queda más.
Hay un país de roca en ruinas
bajo otro país de pan.
Hay una madre que camina
codo a codo con su clan.
Los hierros se fundieron ya.
Hay la paciencia y queda más.
Hay cuatro niños ahora mismo
sonriendo en una playa;
y en la trastienda de una bala,
un militar que no ha dormido.
Y aquella misma muchachita
vuelve a recortar su saya
―es importante desde un niño
hasta el largo de un vestido.
Los hierros se fundieron ya.
Hay la paciencia y queda más.
Yo te convido a creerme
cuando digo futuro.