Silvio Rodríguez en Chile: Música libre


9 de Octubre del 2018

Por: Diego Puebla
Fuente: Agenda Musical
Fotos: Kena Luppichini


El cantautor escueto en sus palabras pero generoso en los éxitos agotó su primer show en Movistar Arena.


“¡No veía a Silvio desde la primera vez que tocó en el Nacional!” decía un entusiasta hombre de pelo cano al tomar asiento a eso de las 21:00 horas. Múltiples generaciones estaban presentes aquella noche de lunes, pero sobre cinco décadas era el promedio de un público testigo de aquella época. Inolvidable para ellos y para el propio músico sería ese encuentro ante 80 mil personas, luego de muchísimos años Silvio Rodríguez podía realizar un show en nuestro país tras tener prohibida su entrada. El encuentro fue tan emblemático, que se registró un disco doble de aquella presentación como un gesto de libertad.


Mucho tiempo pasó desde ese entonces, los cuerpos envejecieron y la experiencia se fue incrementando y los himnos de aquellos grupos etáreos, fueron pasando de boca en boca y generación tras generación. Tanto así que el cubano vendió su primera noche en Santiago de Chile a pocos días de su salida a la venta.


El entorno estaba listo, el escenario también y a eso de las 21:20 fueron entrando los ocho músicos incluido Rodríguez a escena. Yo te quiero libre fue el grito sonoro al silencio, con su fiel guitarra y esa voz inconfundible deleitó al público de inmediato que con un caluroso aplauso entregó la absoluta confianza a lo que ocurría sobre el plató. Poco importaba lo que interpretaba, la masividad apenas puso un pie estaba a merced de Silvio.


La banda con arreglos de jazz, totalmente compenetrada en volumen y perfección sonora mezcló éxitos re versionándolos en un gran logro para una asistencia que regularmente se conforma con lo clásico. Esta vez las modificaciones de Óleo de una mujer con sombrero o Santiago de Chile entraron en el colectivo, debido al trabajo detrás de unos músicos extraordinarios en compañía de la suavidad contestataria del también poeta. Cabe señalar la importancia en la actualidad de letras que parecen escritas en este siglo, pero que ya cuentan con más de treinta años donde a esa altura temas como la importancia de la mujer con Eva, El Necio escrita para Che Guevara o las múltiples canciones de amor como Ojalá.


Casi siete temas pasaron para que el de 71 años esbozara una sonrisa por el apoyo al cantar del público. Algunos comentarios como la pequeña reseña antes de La Gaviota donde comentó que fue grabada en Angola el año 78 para ser introducida en el disco “Unicornio”, son algunas de las escuetas palabras que desarrolló Silvio Rodríguez, que se dedicó totalmente a lo sonoro más que a las consignas.


Un poco más de hora y 45 minutos fueron las postales que dejó delante de un telón blanco en un sobrio espectáculo, donde importaba plenamente el catálogo de uno de los artistas más importantes de Hispanoamérica. Parte fundamental de la historia de la política y de las melodías en nuestro país, Silvio Rodríguez se ha encargado de implementar un discurso con autonomía, que esta vez dejó de lado para que fluyeran los sonidos. Como titularon Los Bunkers en su disco homenaje, el artista se ha encargado y esta vez no fue la excepción de dejarnos música libre en un show sin errores.