14 de Diciembre del 2019
Por: Marianela Dufflar
Fuente: Cubadebate
Fotos: Iván Soca
Por: Marianela Dufflar
Fuente: Cubadebate
Fotos: Iván Soca
Han transcurrido 11 meses desde que en la comunidad de Luyanó, del Municipio 10 de octubre, en La Habana, pasara un tornado devastador.
Desde entonces, el trabajo intenso del gobierno, los vecinos y otros tantos hombres y mujeres que se sumaron de manera solidaria a las labores de recuperación han cambiado el entorno. Justo allí, en la estrecha calle Reforma esquina a Pérez, tuvo lugar este viernes, el concierto 107 de la gira por los barrios de Silvio Rodríguez y su tropa.
Esta presentación que se une a las que viene haciendo el trovador hace más de nueve años por las localidades más necesitadas, resultó un regalo no solo para los vecinos del barrio y seguidores de Silvio en Cuba y otras latitudes, sino hasta para varios delegados al 41 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano que se celebra por estos días en la capital cubana, quienes decidieron no perder esta oportunidad.
Esta vez, al autor de Unicornio, además de estar acompaño magistralmente por los músicos Niurka González, Jorge Reyes, Emilio Vega, Jorge Aragón y Oliver Valdés tuvo de invitados especiales a la agrupación rumbera Adonis y Osain el Monte.
Ambiente familiar y agradable, presencia de muchos niños, deseos cumplidos de cantar junto a Silvio sus canciones y sobre todo, agradecimiento infinito por transformar, en unas horas, lo cotidiano, en música y poesía, dejando que los sentimientos alcancen vuelos indescriptibles, caracterizaron este concierto.
El repertorio del poeta, quien decidió asumir la primera parte, estuvo conformado por El reparador de sueños, Yo te quiero libre, Tetralogía que incluye, Dibujo de mujer con sombrero, Óleo de mujer con sombrero, Detalle de mujer con sombrero y Mujer sin sombrero.
Le siguieron, Ciudad, canción dedicada a Eusebio Leal, historiador de la capital cubana, Eva, Viene la cosa, El necio y Ojalá, tema con el que concluiría la primera parte del concierto y que ante las insistencias del público, se convirtió en la antesala de Pequeña serenata diurna con la que se despidió, para dar paso a Osaín.
Antes de la actuación de la agrupación fundada en el año 2013 por folkloristas de los barrios habaneros, Víctor Casaus, poeta y director del Centro Pablo de la Torriente Brau, dio a conocer al público las donaciones de libros realizadas por el Centro Pablo y los Estudios Ojalá a la Escuela Primaria Costa Rica, de la comunidad, más el aporte de todos aquellos que de manera voluntaria se sumaron a este noble empeño.
Luego de este momento, subió a escena Adonis y Osain del Monte. Ellos ocuparon los más increíbles espacios del barrio y del alma de los presentes con los sonidos inconfundibles de un género músico-danzario, nacido en Cuba, que hoy es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Ritmo, baile, sonidos que contagian, estremecen y demuestran las fuerzas de las raíces de la música cubana fueron las propuestas de esta popular agrupación musical que interpretando temas como, Pál Monte y Sin comentarios, de Rubén Bulnes, un Popurrís de música mejicana, al que se sumaron Ella, de Adonis A. Panter y Guaracha, dejaron en el público alegría y optimismo colectivos.
Entre poesía y rumba, entre ternura y pasión, trascurrió el concierto 107 de la gira interminable de Silvio y su tropa de visibles e invisibles imprescindibles.
Gira necesaria para todos, pues unos, desde su perspectiva artística de entregar y socializar su obra, llegar al corazón del barrio y a los seres humanos diversos que lo conforman y otros, desde su necesidad espiritual de recibirlo e inspirarlo, hacen una comunión de sentimientos, en la que ambas partes resultan conmovidas, razón vital para educar a través del arte y ser un tilín mejores.
Desde entonces, el trabajo intenso del gobierno, los vecinos y otros tantos hombres y mujeres que se sumaron de manera solidaria a las labores de recuperación han cambiado el entorno. Justo allí, en la estrecha calle Reforma esquina a Pérez, tuvo lugar este viernes, el concierto 107 de la gira por los barrios de Silvio Rodríguez y su tropa.
Esta presentación que se une a las que viene haciendo el trovador hace más de nueve años por las localidades más necesitadas, resultó un regalo no solo para los vecinos del barrio y seguidores de Silvio en Cuba y otras latitudes, sino hasta para varios delegados al 41 Festival Internacional de Nuevo Cine Latinoamericano que se celebra por estos días en la capital cubana, quienes decidieron no perder esta oportunidad.
Esta vez, al autor de Unicornio, además de estar acompaño magistralmente por los músicos Niurka González, Jorge Reyes, Emilio Vega, Jorge Aragón y Oliver Valdés tuvo de invitados especiales a la agrupación rumbera Adonis y Osain el Monte.
Ambiente familiar y agradable, presencia de muchos niños, deseos cumplidos de cantar junto a Silvio sus canciones y sobre todo, agradecimiento infinito por transformar, en unas horas, lo cotidiano, en música y poesía, dejando que los sentimientos alcancen vuelos indescriptibles, caracterizaron este concierto.
El repertorio del poeta, quien decidió asumir la primera parte, estuvo conformado por El reparador de sueños, Yo te quiero libre, Tetralogía que incluye, Dibujo de mujer con sombrero, Óleo de mujer con sombrero, Detalle de mujer con sombrero y Mujer sin sombrero.
Le siguieron, Ciudad, canción dedicada a Eusebio Leal, historiador de la capital cubana, Eva, Viene la cosa, El necio y Ojalá, tema con el que concluiría la primera parte del concierto y que ante las insistencias del público, se convirtió en la antesala de Pequeña serenata diurna con la que se despidió, para dar paso a Osaín.
Antes de la actuación de la agrupación fundada en el año 2013 por folkloristas de los barrios habaneros, Víctor Casaus, poeta y director del Centro Pablo de la Torriente Brau, dio a conocer al público las donaciones de libros realizadas por el Centro Pablo y los Estudios Ojalá a la Escuela Primaria Costa Rica, de la comunidad, más el aporte de todos aquellos que de manera voluntaria se sumaron a este noble empeño.
Luego de este momento, subió a escena Adonis y Osain del Monte. Ellos ocuparon los más increíbles espacios del barrio y del alma de los presentes con los sonidos inconfundibles de un género músico-danzario, nacido en Cuba, que hoy es Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Ritmo, baile, sonidos que contagian, estremecen y demuestran las fuerzas de las raíces de la música cubana fueron las propuestas de esta popular agrupación musical que interpretando temas como, Pál Monte y Sin comentarios, de Rubén Bulnes, un Popurrís de música mejicana, al que se sumaron Ella, de Adonis A. Panter y Guaracha, dejaron en el público alegría y optimismo colectivos.
Entre poesía y rumba, entre ternura y pasión, trascurrió el concierto 107 de la gira interminable de Silvio y su tropa de visibles e invisibles imprescindibles.
Gira necesaria para todos, pues unos, desde su perspectiva artística de entregar y socializar su obra, llegar al corazón del barrio y a los seres humanos diversos que lo conforman y otros, desde su necesidad espiritual de recibirlo e inspirarlo, hacen una comunión de sentimientos, en la que ambas partes resultan conmovidas, razón vital para educar a través del arte y ser un tilín mejores.