11 de Abril del 2016
Por: P. A. / M. Norlander
Fuente: La Nueva España
Fotos: Juan Plaza
Por: P. A. / M. Norlander
Fuente: La Nueva España
Fotos: Juan Plaza
Las más de 3.000 personas que disfrutaron del concierto de Silvio Rodríguez vibraron con una actuación única, especial y nostálgica. Después de un inicio en el que repasó sus nuevos trabajos, el cantautor cubano echó una mirada atrás para recordar sus grandes éxitos, sus grandes temas que forman parte de la biografía de muchos.
Seis minutos después de las ocho de la tarde de ayer comenzaba un concierto en el Palacio de los Deportes de La Guía cuyos primeros compases los puso el cuarteto instrumental con su piano vibráfono, contrabajo y batería. Deleitaron al público con un tema instrumental aseado, mediado entre el jazz y la balada, antes de que Silvio tomase el mando del espectáculo.
Con su guitarra, boina y auriculares, el artista cubano inició su repertorio con la canción "Amor esta noche", un tema tranquilo, que se ganó los primeros aplausos y al que siguió un saludo del cantante. "Muchas gracias", comentó Silvio Rodríguez, que dijo a su público: "Estas canciones son del disco 'Amoríos', que salió el pasado mes de diciembre".
Y entonces comenzó un largo repertorio. Porque para Silvio Rodríguez, parco en palabras, y bastante serio, su forma de comunicar es mediante los versos de sus temas. Por eso prefirió hablar poco entre canción y canción y pasar al espectáculo.
El segundo tema que mostró al público gijonés fue "Tu soledad me abriga la garganta", un tema recitado, con estribillos cantados y muy trovadoresco. Y para el tercer trabajo de la noche, "Segunda cita", una canción más lenta, entró en escena su mujer, Niurka González, con la flauta travesera, y también "Trío Trovarroco", junto con la guitarra, el bajo acústico y el tres cubano.
Silvio Rodríguez tocó todos los palos. No podía faltar en un concierto suyo un guiño a la rumba. Y ese momento llegó con "Día de agua". Porque ahí se pudo comprobar la dulzura de lo bonito que suena el diálogo cuando se produce entre el piano y el tres cubano.
Y poco antes de retomar al sonido clásico, el de "Ojalá", "Pequeña serenata diurna" "El necio" o "La era está pariendo un corazón", en la parte más entretenida del concierto, hubo 20 minutos especiales con una obra de cuatro canciones que compuso en 1970 titulada "Exposición de mujer con sombrero". Esta obra es especial porque sólo fue grabada la segunda canción "Óleo de una mujer con sombrero", mientras que los otros temas de la serie sólo se pueden disfrutar cuando los canta en directo en los conciertos.
Silvio Rodríguez, que tiene esa extraña cualidad del arte popular de adentrarse en las vidas de las personas, dejó huella en su paso por Asturias en un recital en el que encandiló al público desde el primer momento para presentar su nuevo trabajo "Amoríos" y que sirvió, además, para recordar los grandes éxitos de su brillante trayectoria musical.
Seis minutos después de las ocho de la tarde de ayer comenzaba un concierto en el Palacio de los Deportes de La Guía cuyos primeros compases los puso el cuarteto instrumental con su piano vibráfono, contrabajo y batería. Deleitaron al público con un tema instrumental aseado, mediado entre el jazz y la balada, antes de que Silvio tomase el mando del espectáculo.
Con su guitarra, boina y auriculares, el artista cubano inició su repertorio con la canción "Amor esta noche", un tema tranquilo, que se ganó los primeros aplausos y al que siguió un saludo del cantante. "Muchas gracias", comentó Silvio Rodríguez, que dijo a su público: "Estas canciones son del disco 'Amoríos', que salió el pasado mes de diciembre".
Y entonces comenzó un largo repertorio. Porque para Silvio Rodríguez, parco en palabras, y bastante serio, su forma de comunicar es mediante los versos de sus temas. Por eso prefirió hablar poco entre canción y canción y pasar al espectáculo.
El segundo tema que mostró al público gijonés fue "Tu soledad me abriga la garganta", un tema recitado, con estribillos cantados y muy trovadoresco. Y para el tercer trabajo de la noche, "Segunda cita", una canción más lenta, entró en escena su mujer, Niurka González, con la flauta travesera, y también "Trío Trovarroco", junto con la guitarra, el bajo acústico y el tres cubano.
Silvio Rodríguez tocó todos los palos. No podía faltar en un concierto suyo un guiño a la rumba. Y ese momento llegó con "Día de agua". Porque ahí se pudo comprobar la dulzura de lo bonito que suena el diálogo cuando se produce entre el piano y el tres cubano.
Y poco antes de retomar al sonido clásico, el de "Ojalá", "Pequeña serenata diurna" "El necio" o "La era está pariendo un corazón", en la parte más entretenida del concierto, hubo 20 minutos especiales con una obra de cuatro canciones que compuso en 1970 titulada "Exposición de mujer con sombrero". Esta obra es especial porque sólo fue grabada la segunda canción "Óleo de una mujer con sombrero", mientras que los otros temas de la serie sólo se pueden disfrutar cuando los canta en directo en los conciertos.
Silvio Rodríguez, que tiene esa extraña cualidad del arte popular de adentrarse en las vidas de las personas, dejó huella en su paso por Asturias en un recital en el que encandiló al público desde el primer momento para presentar su nuevo trabajo "Amoríos" y que sirvió, además, para recordar los grandes éxitos de su brillante trayectoria musical.