Entrevistó:
Juan Palop, para EFE
2 de Junio del 2024
1- ¿Qué ha supuesto este nuevo álbum para Ud? ¿Qué ha querido transmitir? Me llamó la atención la combinación de letras intimistas/melancólicas y reflexivas/sociales, de canciones muy instrumentadas y otras casi reducidas a su esencia ¿Cómo percibe Ud este trabajo?
Ni en este ni en los demás albumes que he hecho me he propuesto trasmitir una sola cosa. Dios me libre. Desde el primero, Días y flores, todos mis trabajos discográficos mezclaron temáticas, diversos tipos de música y tratamientos de la música, y en todos, sin excepción, incluí canciones de distintas épocas. Quería saber es la continuidad de que dispongo; las canciones que preferí juntar en esta ocasión.
2- Hábleme por favor de lo que intenta transmitir con América, de su relación con el continente, donde me parece percibir una dualidad de atracción y decepción, de amor y tristeza.
Me di cuenta de que la canción América también podía tomarse por donde Ud la toma, aunque no es más que una evocación de una muchacha hermosísima de mi barrio, en los años que viví en El Vedado. Y sí: reconozco que cuando pasaba caminando era todo un un continente de promesas (con el que sólo pude intercambiar discretos saluditos).
3- ¿De qué está advirtiendo en Viene la cosa? ¿Considera que sigue siendo actual? Lo pregunto porque se escribió en un contexto muy distinto al actual.
Viene la cosa la escribí al enterarme de que un barbero de la Habana Vieja había puesto un letrero en su salón que decía: “Prohibido hablar de la cosa”. Cosas nuestras. Y Ud me excusa, pero esa canción no se escribió en un contexto distinto al actual. Era la misma isla y la misma manera de algunos de hablar de una realidad soñada, como si fuese la real. Por eso dice y recalca que solo nos salvará la sinceridad.
4- Para no botar el sofá es el tema más claramente político. ¿Quiénes son ellos, a los que ve en la canción? Habla de migración, de homofobia, de dogmas, de censura,... del "parto de una era que se alargaba". ¿Qué está queriendo decir?
Soy reacio a explicar las canciones. Pienso que algo interesante de este arte es que hace participar al que escucha. Por eso las canciones son capaces de acompañar (su función suprema, creo yo). Y siempre que me piden que explique una canción recuerdo cuando, al terminar de leer un poema, a León Felipe le preguntaron qué quería decir y volvió a leerlo.
Para no botar el sofá tiene por subtítulo: (canción editorial). Y me refiero a cosas que he visto a lo largo y ancho de mi vida, que ya no es corta. Me refiero a cosas que nos traban, que nos entorpecen, que en vez de liberarnos nos atan, nos complican. Algunas fueron culturas heredadas, como el machismo y la homofobia. Otras han sido sacralizaciones absurdas de un sistema de pensamiento que comenzó un alemán cuya divisa, según él mismo, era dudar de todo.
5- Tanto en Para no botar el sofá como en La cuota aborda la realidad de forma crítica, pero acaba con un tin de esperanza ¿es esa su posición política y vital: el realismo crítico, pero esperanzado?
Me es dificil responder a eso porque no me creo inmutable, o estático. Asumir una sola posición es antinatural. La vida cambia constantemente y uno con ella. Las canciones son circunstanciales –o al menos las mías–. Un día entendemos una cosa, vemos y sentimos de una forma y así lo expresamos. Al día siguiente aparecen matices, cuando no contradicciones. Por eso un día uno puede escribir El necio y unos días antes (o después) En busca de un sueño o Reino de todavía.
6- Ciudad me parece un tema muy visual, se ve La Habana en sus palabras. A Eusebio le hubiese gustado ¿Cómo ve Ud hoy La Habana, una ciudad maravilla que está viniéndose poco a poco al piso?
Imagínese: en 1970 compuse algo que decía “la ciudad se derrumba y yo cantando…”
7- Las letras del disco fueron compuestas entre 2015 y 2019. Echo en falta la visión de Silvio sobre cuestiones de la actualidad cubana: la pandemia, los apagones, la escasez, la inflación, la migración y la desesperanza ¿Sigue componiendo? ¿Podemos esperar nuevos trabajos con letras sobre esos temas?
Todos mis discos están hechos de canciones mayoritariamente viejas. Nunca pude ser como Carlos Puebla, que cada vez que pasaba algo hacía una crónica. Nunca he tenido ese talento. Generalmente rumio bastante lo que escribo. Así que no dudo que dentro de unos años, en medio de una prosperidad inaudita, a mi me dé por cantar desgracias. Debe ser karma.
8- ¿Cómo ve Cuba en estos momentos? ¿Qué le preocupa, qué le duele? ¿Cree que la creciente desesperanza está erosionando los valores de la sociedad y el sistema socio-político cubano? ¿Cómo afecta el actual deterioro a quienes dedicaron su vida a la revolución y creyeron en ella? ¿Hay motivos para el optimismo? ¿Dónde queda el futuro de Cuba?
Veo a Cuba como ha sido y como es (ventajas que dan los años). Y toda mi vida he trabajado con coterráneos de muy diversas formas de pensar; o sea, soy capaz de convivir dentro de un espectro de opiniones muy abierto (siempre que se considere también la mía, por supuesto). Sólo espero que nuestro futuro, el futuro de la Cuba de José Martí, no quede en el bolsillo del gobierno norteamericano.
9- Ud no se prodiga en entrevistas. ¿Cuánto le incomoda hablar de política y que sus frases se retuerzan se saquen de contexto, se utilicen como armas contra uno u otro campo? ¿Es posible hacer llegar los matices en la situación de polarización política actual? ¿Es frustrante?
A veces es difícil matizar, pero hay que intentarlo porque es justo. Trato de hacerlo siempre; no soporto lo esquemático, y hay mucho de eso en todas direcciones. Si no pudiera matizar quizá me sentiría frustrado. Aunque “Hay cosas peores”, como solía sentenciar mi muy querido y recordado amigo Luis Eduardo Aute.
9- ¿Qué significó para Ud la muerte de Pablo MIlanés? ¿Tiene un papel la nueva trova en la Cuba actual? ¿Es el arte más necesario que nunca en momentos como el actual?
Es irremplazable la ausencia de Pablo, que poseía una musicalidad excepcional, un talento incomparable. Cuando le conocí, en mis comienzos, ya el tenía una experiencia profesional de varios años.
Lo que se dio en llamar nueva trova fue una generación de trovadores. Casi todos ya partieron, apenas quedamos unos poquitos.
Y sí: en los momentos difíciles creo que el arte es aún más necesario, imprescindible.
10- ¿Cómo ve el avance de la tecnología en un sentido amplio, del ámbito musical al debate político?
Cuando yo tenía 4 años empezaba la televisión; las pantallas, las comunicaciones a distancia pueden ser fascinantes. Y por supuesto que el problema no es la tecnología sino el mal uso que se le puede dar.
11- ¿Cómo ha sido la experiencia de la gira por los barrios? ¿Qué planes de futuro tiene a nivel musical? ¿Más trabajos de estudio, más giras por Cuba o el extranjero?
La gira por los barrios es de las cosas más hermosas que me han pasado. En 2020 nos detuvo en seco la pandemia. Inmediatamente después se agravaron los problemas económicos y energéticos. Entonces me di cuenta de que llevaba 56 años cantando, haciendo giras por Cuba y el exterior. El parón me sirvió para descubrir muchas cosas que había ido postergando. Un disco que había grabado 30 años atrás, al que sólo le faltaban detalles, pude concluirlo y publicarlo. Otros proyectos discográficos que había abandonado empezaron de nuevo a tomar forma. Y claro que aparecieron canciones e ideas nuevas, entre ellas Quería saber.