Entrevistó:
Joseba Martín
7 de Noviembre del 2024
El 17 de julio de este año Mirtha Almeida, fundadora del proyecto Ojalá, me hizo llegar unas preguntas de Joseba Martin para un periódico.Ya entonces me encontraba inmerso en mucho trabajo pendiente y había decidido no hacer más colaboraciones ni entrevistas, pero tratándose del País Vasco, tierra donde, más que yo, Cuba siempre ha sido respetada y querida, decidí hacerla. La pongo a continuación, respetando como recibí las preguntas y como las contesté, ya que el trabajo de edición del periódico suprimió algunas de mis respuestas. srd
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1. Han pasado tres años desde su anterior disco con el grupo Diákara, ahora con músicos completamente diferentes (salvo alguna excepción). ¿Cómo ha sido el proceso de grabación?
He dado a conocer mis canciones al revés de como las empresas comerciales de la música suelen hacer. Es decir: en vez de hacer el disco y después salir a defenderlo, me acostumbré a exponer primero las canciones en conciertos y cuando ya las he considerado maduradas, entonces es que voy con ellas al estudio.
2. El disco se abre con “América”, una extensa composición donde le acompañan 15 músicos, donde se niega a seguir “los cantos de sirena” de América. ¿Es una metáfora sobre el supuesto paraíso estadounidense?
La heroína del tema era una chica bellísima y por supuesto muy codiciada de mi antiguo barrio, llamada América. Esa coincidencia posibilita que la canción tenga varias lecturas. Por otra parte, siempre admiré la curiosidad casi suicida de Odiseo, cuando ordena que lo aten al mástil y que ignoren sus reacciones ante los cantos de las sirenas.
3. En otras canciones opta por un formato más íntimo y familiar, en “La cuota diaria” junto a su mujer, Niurka González (piccolo, flauta, flauta en sol, clarinete y clarinete bajo), o en “Nuestro después”, junto a su hija Malva a la voz (de 21 años, pianista de brillante futuro). ¿Cómo decide cuál es el formato adecuado para canción?
Generalmente las estructuras de las piezas suelen proponerme sus sonoridades. A veces sé cómo van a sonar desde que comienzo a escribirlas. Por otra parte, siempre me ha gustado explorar opciones.
4. Quería saber (canción que da título al disco) qué hay más allá de la línea del horizonte. ¿Sabe ya si es grumete, marinero, timonel o pescador?
Creo que estoy entre grumete y aprendiz de pescador.
5. En ocasiones ha afirmado que el son es la auténtica esencia de la música cubana. “Se va el danzón cuando del monte baja un son” es la letra final de una de las canciones, finalizada con este ritmo. ¿Es un homenaje necesario?
Ese asunto es un tema recurrente de nuestra cultura musical. El danzón es considerado en Cuba como el baile nacional. En cierto momento de su desarrollo, hubo la tendencia de terminar los danzones, que son piezas para bailar con elegancia, con un montuno de son, que suelen ser formas más movidas y permiten un poco de más libertad a la pareja. Son cosas que los cubanos, sobre todo los viejos, entendemos muy bien.
6. El disco se cierra con “Tonada para dos poemas de Rubén Martínez Villena”, otra composición extensa con el grupo al completo (salvo los músicos de cuerda). ¿Qué hace aquí una creación de los primeros años 70?
Ese tema nunca estuvo en un disco y, además, son los versos de Rubén Martínez Villena, gran poeta cubano que murió de tuberculosis y agotamiento a los 36 años, dedicando sus últimas fuerzas a organizar una huelga que ayudó a deponer a un gobierno tiránico.
7. El libro de Patricia Ballote “La Habana, día de un año”, recrea el concierto germinal de la nueva trova, casi olvidado: un lunes de 1968 en el escenario de La Casa de las Américas. Usted tenía entonces 21 años. ¿Qué recuerdo le ha quedado?
Siempre quise que quedara algún testimonio de cómo empezó la colaboración de aquel grupo de trovadores que después fue identificado como una corriente dentro de la cancionística cubana. No recuerdo si a fines de 2016 o a principios de 2017 hablé en Ojalá sobre la idea de hacer el libro, para que saliera en 2018, cuando se cumplieran 50 años de aquel primer concierto. Entonces Patricia trabajaba con nosotros y se brindó a hacerlo y lo aprobé. Y ahí lo tenemos.
8. En los últimos años han fallecido muchos de sus compañeros de generación: Luis Eduardo Aute (2020), Vicente Feliú (2021), Pablo Milanés (2022), Martín Rojas (2023)… ¿Qué sentimiento le produce esta situación?
También Noel Nicola y Eduardo Ramos, y escritores como Guillermo Rodríguez Rivera, Jesús Díaz, Antonio Conte y muchos otros de mi generación que se nos fueron… Es raro irse quedando sin viejos amigos, gente que estaba descubriendo el mundo a la vez que uno. Es muy raro tener deseos de hablar de cosas y darse cuenta de que no tienes a quien llamar… Supongo que “es la Ley”, como diría Luis Rogelio Nogueras –el mejor poeta de mi generación, que se nos fue con sólo 40 añitos.
9. ¿Cuida de su voz de alguna manera especial para que suene igual de bien que siempre a sus 77 años?
Sinceramente, no me parece que mi voz haya sonado bien alguna vez. Y ahora, a mis casi 78, ¿qué decirle?... Espero que no sean sus oídos los que necesiten de cuidado.
10. Ha sido visitante habitual de los escenarios vascos desde hace casi 50 años. ¿Algunas de sus visitas a San Sebastián, Bilbao, Pamplona, Portugalete… le han dejado algún recuerdo especial?
Me han pasado cosas muy hermosas e interesantes en el País Vasco. Allí he sentido siempre mucha solidaridad con Cuba. Eso, por supuesto, es inolvidable y produce una especie de armadura interna indestructible. Hay sentimientos que sin dudas nos emparentan: una sensibilidad especial respecto a la soberanía, el sentido del compromiso, la solidaridad. En Euzkadi también he tenido amigos extraordinarios, como Antxon Eceiza y Miquel Laboa. Son muchas cosas y, hasta hoy, todas buenas.
11. En 2009 Pablo Milanés cantó en euskera en un disco del trikitilari (acordeonista) Kepa Junkera. Usted lo hizo en 2023 en la canción “Nostalgia” invitado por el bertsolari (repentista) y cantante Jon Maia. ¿Qué es lo primero que pensó al recibir la invitación? ¿Quedó contento con el resultado? ¿Es consciente del impacto que ha supuesto en el País Vasco?
Lo primero que pensé fue que la canción era bellísima. Confieso que eso fue lo que me conquistó. Muy obvio que los autores son excelentes artistas. Como decía un amigo: “El que pida más es un goloso”.
12. ¿Es cierta la anécdota reciente de que le habían sorprendido fotografiando una ambulancia del Servicio Vasco de Salud donada por el Gobierno Vasco?
Sí, yo estaba con un familiar en un cuerpo de guardia y de pronto veo que llega una ambulancia con un letrero que decía que era una donación del pueblo vasco. Maravillado, le hice una foto a la parte donde estaba el letrero. Un enfermero me preguntó por qué la foto y le expliqué.
13. En los últimos años ha llevado a cabo en Cuba giras muy especiales, como la de las prisiones (2008) o la más reciente Gira por los Barrios (más de cien conciertos). ¿Tiene en mente más proyectosde este tipo?
Estuvimos algo más de 10 años haciendo conciertos barriales, no sólo en La Habana o en Cuba, lo hicimos también en otros países, pero la pandemia nos detuvo. Después empezaron a aparecer problemas económicos, que si el combustible, que si el servicio eléctrico. Ojalá más adelante podamos retomarlo, o que otros sigan el camino.
14. Una pregunta obligada para alguien que siempre ha hablado de la necesidad de cambios para la mejora: ¿Cómo ve Cuba en 2024? ¿Qué se podría cambiar para mejorar la complicada situación del pueblo cubano?
Estoy convencido de que el bloqueo que desde hace más de 60 años imponen los gobiernos norteamericanos contra Cuba nos han hecho muchísimo daño. El colmo de la crueldad fue incluirnos entre los países patrocinadores del terrorismo. Todo el mundo sabe que eso es falso. El mismo gobierno norteamericano lo ha reconocido. Pero es una sanción que sigue ahí y que seguimos pagando con limitaciones bancarias, portuarias, con menos inversiones y turismo, con todo. En definitiva, como ellos siempre han dicho, el bloqueo es para que el pueblo cubano se canse de sufrir y se vire contra su gobierno.
Por otra parte, creo que pudiéramos hacer más por el bienestar del pueblo, que es quien sufre las consecuencias de las políticas imperiales. En 1968 en Cuba se realizó un proceso que fue llamado “La ofensiva revolucionaria”. La idea fue desaparecer por completo el trabajo privado, estatalizarlo todo. Aquella ofensiva era una reducción mecánica del ideal socialista, ya en un supuesto comunismo: el Estado ocupándose de todo y los seres humanos dedicados a vivir plenamente y a crear. Pero en un mundo regido desde siempre por relaciones mercantiles basadas en el lucro, al punto que empezaba a fraguarse el neoliberalismo, nuestra “ofensiva”, más que idealista, resultó incluso infantil. Fidel, con los años, reconoció en varias ocasiones que al principio se habían equivocado en muchas cosas y llegó a decir que nuestro modelo estaba obsoleto.
Una parte de la superestructura cubana, al parecer la más determinante en las políticas nacionales, continúa siendo conceptualmente muy ortodoxa. Contra esa rigidez instalada, muchos economistas escriben para que se respeten las leyes de la economía que según ellos nos ayudarían a salir del bache. Pero el purismo –a mi modo de ver extemporáneo– de nuestros decidores sigue haciendo oídos sordos.
https://segundacita.blogspot.com/2024/11/entrevista-para-el-periodico-el-correo.html